Yo y mi viaje

A medida que profundizaba en la meditación y la autoconciencia, empecé a experimentar lo que sólo puedo describir como "extrañeza". Estos momentos, aunque desconcertantes al principio, me abrieron la puerta a una profunda comprensión de la realidad, la conciencia y la interconexión de todas las cosas.

Empezó sutilmente, con sensaciones que desafiaban toda explicación lógica. Sentía una vibración suave pero persistente, no algo que oyera con los oídos, sino algo que percibía profundamente en mi interior, como si el propio universo me hablara en susurros. Estas vibraciones se producían a menudo cuando estaba quieta, concentrada e inmersa en la meditación. Con el tiempo, me di cuenta de que no eran aleatorias, sino una invitación a conectar con algo mucho más allá del mundo físico.

Luego llegaron las imágenes. Durante la meditación, empecé a ver colores vibrantes y formas intrincadas que se movían como patrones cósmicos. A veces, aparecía un resplandor radiante, vivo, palpitante y lleno de una energía que despertaba emociones tan profundas que me hacía llorar. No se trataba sólo de luz, sino de un mensaje que no se transmitía con palabras, sino con sentimientos, que se saltaba la lógica y me llegaba directamente al alma.

La extrañeza no terminó con la meditación. En mi vida cotidiana, empecé a sentir cambios sutiles en mi conciencia. Era como si la textura de la realidad misma hubiera cambiado, como si hubiera una capa oculta de energía debajo de todo lo que miraba. Las paredes, los objetos e incluso el aire parecían vibrar con una fuerza invisible. Estas sensaciones no me distraían, sino que me enraizaban profundamente y me llevaban a momentos de quietud y claridad.

Con estas experiencias llegaron las preguntas: ¿Qué es esta vibración? ¿Por qué veo estas luces? ¿Podría ser la realidad algo más de lo que siempre he conocido? Aunque las respuestas no llegaron inmediatamente, supe una cosa: estos fenómenos no eran aleatorios. Eran una invitación a explorar lo oculto, a confiar en mi intuición y a adentrarme en los misterios de la existencia.

Este capítulo de mi vida marcó un cambio: una nueva forma de percibir el mundo, a mí misma y el lugar que ocupo en él. Me recordó que la vida no consiste solo en lo que podemos ver o tocar, sino en las infinitas posibilidades que yacen bajo la superficie.

Estos momentos de "extrañeza" fueron sólo el principio de mi viaje. A través del diario de mi blog, compartiré estas experiencias en detalle, utilizando reflexiones, imágenes e incluso diagramas para ayudarnos a explorar estos fenómenos juntos. Cada entrada desvelará las verdades que he descubierto a través de la meditación y el autoconocimiento. Continuemos juntos este viaje hacia lo desconocido.